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SANTIFICACIÓN, OTRA MENTIRA MAS

Independientemente de lo que diga la iglesia católica en cabeza de Benedicto XVI, sobre la idea de llevar a cabo como de lugar la santificación de Karol Wojtyla, esta violando sus mismas reglas para estos procedimientos, el testimonio que dio Juan Pablo II  fue mas bien la de un,  ultrancoservador, temeroso de los cambios,  no escucho razones, no acepto criticas frente a l manejo o el funcionamiento del estado vaticano.

Juan Pablo II fue cómplice de las dictaduras promovidas por los Estados Unidos en América y en el mundo, al abstenerse de tomar posiciones verticales contra las guerras hechas a los pueblos para extraerles sus riquezas;

no tomo distancia ni denuncio a los violadores de los derechos humanos, no fue asiduo defensor de la dignidad humana sino que mas bien estuvo en  comunión  con Pinochet e intento fortalecer  Videla, en  Argentina , en el ocaso de la dictadura militar.

Con su testimonio,   Juan  Pablo II permitio y cohonesto que se entronizara el neoliberalismo salvaje, genocida, que promueve la privatización de los bienes que pertenecen a todos, con cuyas actitudes se dio un paso mas hacia el individualismo aberrante y el egoísmo;

con su ejemplo contribuyo a que esta fuera una sociedad mas injusta, mas corrupta, sin compasión.

Estamos de acuerdo con las madres de la plaza de mayo en Argentina, que el 23 de diciembre de 6010 convocaron a participar en un juicio ético y político que se les hará a los curas y obispos subalternos de Juan Pablo II que avalaron y legitimaron el genocidio durante la dictadura militar, bendiciendo a los torturadores, presenciando sesiones de maltrato y brindado cobertura espiritual para que el terrorismo de estado pudiera aniquilar a miles de personas. 

Aquí en Colombia, la iglesia católica y las otras iglesias también tienen que ser juzgadas por su complicidad en genocidios, torturas, descuartizamiento de seres  humanos e implantación de hornos cremaratorios en la Gabarra (Santander) y  caldas (Antioquia), como en la Alemania nazi. Es un deber ético, moral, espiritual. La fiscalia General de la Nacion acaba de confirmar el horror vivido por el pueblo colombiano:

173.183 casos de homicidio y 34.467 desapariciones forzadas. Mucho mas que en Argentina y Chile.

Por fin la gente viene dándose cuenta que el expresidente no era  mas que un dictador, un enterrador, que adora la codicia y tiene mucho a mor por el dinero.

Tenemos que colaborar, ayudar a que este mundo sea verdaderamente habitable y justo